
Cuando se toma creatina se produce un aumento entre el 10% y 40% de fosfato de creatina o PC, una molécula de creatina fosfolizada que almacena energía en el músculo, esto le permitirá resistir entrenamientos más intensos y experimentar estos efectos:
- Mayor resistencia a los ejercicios máximos.
- Mayor resistencia al ácido láctico.
- Recuperación física más rápida entre series.
- Desarrollo de la fuerza máxima a través de la hipertrofia (aumento del tamaño de un órgano).
Por lo tanto, es claro que para un entrenamiento regular, como para alguien que quiere bajar de peso o engordar, no sería conveniente tomar creatina. Puedes aumentar el tamaño de tus músculos sin creatina.
La creatina es adecuada para velocistas o culturistas, cuyo entrenamiento implica periodos de fuerza cortos e intensos. También favorece a los basquetbolistas y futbolistas, quienes necesitan recuperarse de esfuerzos intensos y recuperarse rápidamente de la fatiga.
No todos los deportistas necesitan creatina, pues este suplemento ofrece mejor ayuda a los deportes anaeróbicos que requieren periodos de fuerza cortos e intensos (levantamiento de pesas), y a los que producen alto desgate físico y requieren pronta recuperación (fútbol, básquet).

La creatina requiere agua para su almacenamiento, por lo tanto, si se aumentara la cantidad de creatina se incrementa la difusión de agua hacia el músculo, por lo que el aumento de músculo a base de creatina es en parte gracias a la retención de agua.
En un 20% de casos, los deportistas que han tomado creatina apenas han aumentado sus reservas, lo cual podría ser debido a que tienen pocas fibras de contracción rápida, que son las que absorben más creatina. En los deportistas de carreras de fondo, quienes poseen fibras de absorción lenta de creatina no tiene sentido que consuman este suplemento.