Los médicos especialistas del Hospital del Vall d"Hebrón se han convertido en el primer equipo del mundo en operar a un feto de 24 semanas con espina bífida que ha hecho posible el nacimiento del bebé sin secuelas.
Como muchos sabemos, la espina bífida es una malformación congénita que afecta al cierre de la columna vertebral y la médula espinal, que hace que el líquido amniótico esté en contacto con el sistema nervioso, lo que provoca su deterioro y genera alteraciones del aparato locomotor.
La intervención consistió en abrir el útero como si fuera una cesárea, con el fin de acceder a la espalda del feto y corregir la malformación; esta corrección se realizó a través de un parche sintético que evitó el contacto entre el líquido amniótico y el sistema nervioso.
Como muchos sabemos, la espina bífida es una malformación congénita que afecta al cierre de la columna vertebral y la médula espinal, que hace que el líquido amniótico esté en contacto con el sistema nervioso, lo que provoca su deterioro y genera alteraciones del aparato locomotor.
La intervención consistió en abrir el útero como si fuera una cesárea, con el fin de acceder a la espalda del feto y corregir la malformación; esta corrección se realizó a través de un parche sintético que evitó el contacto entre el líquido amniótico y el sistema nervioso.
"La operación, ha sido un éxito", según informan los doctores Ampar Cuxart, Elena Carreras, José Luis Peiró y Cesar García Fontecha, equipo que intervino a la pequeña Esther Bota, quien ahora tiene cinco meses y se libró de vivir atada a una silla de ruedas de por vida.
