Cuando uno se ejercita en el agua, el impacto es tal sobre el cuerpo, que sus beneficios son enormes, y a diferentes niveles. En primer lugar es bueno para mantener la línea: el simple hecho de meterse en el agua, además del esfuerzo natural, nos hace quemar ciertas calorías.
Por el hecho del cambio de temperatura, durante 45 minutos, el cuerpo busca el calor. El aquagym es bueno para la circulación, puesto que los pies están en el suelo.
Es bueno para descongestionar, especialmente en personas que tienen problemas circulatorios, o las rodillas hinchadas. A nivel del impacto, el cuerpo se deja llevar en el agua. Las articulaciones no sufren. Es suave y relajante. A nivel de la piel, se reafirma, gracias al efecto masaje.
En cuanto al bienestar y al estado de ánimo, se trata de un trabajo colectivo, y por lo tanto lúdico.
¿Cuales son las Contraindicaciones?
Realmente no las hay, a parte de aquellas personas que tienen miedo del agua. En todo caso, es bueno que cada persona aporte previamente un certificado médico. Generalmente, se desaconseja a aquellas personas que tienen problemas de espalda, o una herida. En resumen, la gimnasia acuática es buena para todo el mundo.
Se puede practicar cuando se hace pie o cuando no se hace, se sepa nadar o no. Se puede realizar un trabajo excelente, igual que fuera del agua: para reafirmar los músculos, tonificarlos, y recobrar el tono natural. Es un ejercicio que desgasta, pero que también relaja al mismo tiempo. Tres sesiones a la semana es la tónica general para mantenerse en forma durante todo el año.