— No es una regla fija, aunque es cierto que es muy común ver a jugadores gambeteadores de tallas bajas, como Lionel Messi y Diego Maradona. Por el contrario, ver jugadores altos y habilidosos genera extrañeza, al punto de que se repite un mote que estrellas como el noruego John Carew, el ya retirado delantero checo Jan Koller y hoy el inglés Peter Crouch van heredando: “el gigante que sabe con los pies”.
De hecho, la baja estatura ayuda al otorgar un centro de gravedad bajo al jugador, como en el caso de los argentinos citados, lo que brinda estabilidad, balance y equilibrio.
Sí es cierto que los jugadores altos son percibidos como torpes, aun así no lo sean. Los doctores Niels van Quaquebeke y Steffen Giessner, de la Universidad Erasmus de Rotterdam, analizando siete temporadas de la Champions League y de la Bundesliga, así como tres mundiales enteros, llegaron a la conclusión de que ante una situación ambigua los réferis tienden a cobrar fouls a los jugadores de mayor tamaño, aun así no hayan cometido faltas.