La hipertension se refiere al viaje que la sangre realiza por las arterias a una presión mayor que la deseable para la salud. En algunos casos, esta enfermedad se manifiesta en forma de mareos, sangrado por la nariz, o dolores de cabeza, aunque no necesariamente tienen que aparecer los síntomas.
La mayoría de los afectados no poseen síntomas, lo cual no implica que la hipertensión no sea peligrosa. Muchas de las muertes que se producen cada año tienen relación directa con la hipertensión y con sus implicaciones sobre el sistema cardiovascular o el riñón.
¿Qué podemos hacer frente a un cuadro de hipertensión arterial?
En primer lugar, es esencial llevar una dieta baja en sal, que generalmente se encuentra en caldos concentrados y alimentos preparados, entre otras cosas. Con una pequeña cucharada por día ya cubriremos las necesidades diarias de sal. Es necesario leer también las etiquetas de los productos envasados al hacer esta tipo de dieta baja en sodio puesto que el sodio también puede encontrarse en la levadura, el glutamato monosódico, etc.
Por otra parte, debido a que la obsesidad se vincula con la hipertensión arterial, es importante una dieta baja en calorías, es decir, de unas 1200 calorías con escaso aporte de grasas.
La actividad física es también esencial en este tipo de tratamientos, por lo que un programa de ejercicio aeróbico ayudará a fortalecer el corazón, a disminuir de peso y a controlar la presión arterial. Eso sí, el ejercicio deberá estar ajustado a cada edad y a cada persona. Asimismo realizar media hora de ejercicio suave dos o tres días por semana será suficiente para la mayor parte de las personas.
La mayoría de los afectados no poseen síntomas, lo cual no implica que la hipertensión no sea peligrosa. Muchas de las muertes que se producen cada año tienen relación directa con la hipertensión y con sus implicaciones sobre el sistema cardiovascular o el riñón.
¿Qué podemos hacer frente a un cuadro de hipertensión arterial?
En primer lugar, es esencial llevar una dieta baja en sal, que generalmente se encuentra en caldos concentrados y alimentos preparados, entre otras cosas. Con una pequeña cucharada por día ya cubriremos las necesidades diarias de sal. Es necesario leer también las etiquetas de los productos envasados al hacer esta tipo de dieta baja en sodio puesto que el sodio también puede encontrarse en la levadura, el glutamato monosódico, etc.
Por otra parte, debido a que la obsesidad se vincula con la hipertensión arterial, es importante una dieta baja en calorías, es decir, de unas 1200 calorías con escaso aporte de grasas.
La actividad física es también esencial en este tipo de tratamientos, por lo que un programa de ejercicio aeróbico ayudará a fortalecer el corazón, a disminuir de peso y a controlar la presión arterial. Eso sí, el ejercicio deberá estar ajustado a cada edad y a cada persona. Asimismo realizar media hora de ejercicio suave dos o tres días por semana será suficiente para la mayor parte de las personas.
