Tras el sufrimiento en las semifinales ante Mozambique, la selección española de hockey sobre hielo afrontaba la final en San Juan con el ambiente en contra y con un equipo argentino crecido tras la victoria ante Portugal.
Desde el primer minuto se vio a un equipo con personalidad, mandando en el juego y en el marcador. Ordeig hacía el primero y Torra, a continuación, establecía un 0-2 inquietante para los locales.
David Páez, el mejor de los argentinos, devolvió la ilusión a la hinchada que llenaba el pabellón de San Juan reduciendo la desventaja (1-2).
David Páez, el mejor de los argentinos, devolvió la ilusión a la hinchada que llenaba el pabellón de San Juan reduciendo la desventaja (1-2).
Al descanso, espadas en alto pero la sensación de un mejor juego de España, que se consolidó en una segunda parte primorosa en la ejecución. Bargalló hacía el 1-3 aunque inmediatamente después Pablo Alvarez metía de nuevo en el partido a Argentina (2-3).
Pero España no se iba a dejar sorprender. Panadero y Pedro Gil, en apenas un minuto, ponían tierra de por medio (2-5).
A Argentina sólo le quedaba la heroica y Pablo Alvarez pudo reducir distancias en un remate a bocajarro ante Guillem Trabal (3-5) y en un penalti convertido por Emmanuel García (4-5).
España acababa formando una piña sobre la pista. Sus números, impresionantes: decimoquinto título mundial y cuarto de forma consecutiva. Se repetía la historia de 2001, cuando España en el mismo escenario dejaba a Argentina sin título.
Pero España no se iba a dejar sorprender. Panadero y Pedro Gil, en apenas un minuto, ponían tierra de por medio (2-5).
A Argentina sólo le quedaba la heroica y Pablo Alvarez pudo reducir distancias en un remate a bocajarro ante Guillem Trabal (3-5) y en un penalti convertido por Emmanuel García (4-5).
España acababa formando una piña sobre la pista. Sus números, impresionantes: decimoquinto título mundial y cuarto de forma consecutiva. Se repetía la historia de 2001, cuando España en el mismo escenario dejaba a Argentina sin título.