Cuando hacemos ejercicio de manera regular o diario provoca múltiples beneficios al organismo; es necesario evitar a toda costa, una vida sedentaria. Las personas que practican ejercicio de forma regular, pueden alargar su vida tres años más que el resto.
Como ya hemos venido hablando, el ejercicio físico reduce los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la obesidado la diabetes; mejor desarrollo muscular, disminuye el riesgo de lesiones degenerativas, como artrosis o la osteoporosis, reduciendo la incidencia la depresión o la ansiedad.
Actividades sencillas tales como caminar y correr complementan a cualquier otra actividad física que se practique, aportando mayores beneficios y más capacidad de prevención frente a lesiones; la falta de ejercicio se traduce en sedentarismo, que sumado a una mala alimentación, se traduce en obesidad.
Para que el ejercicio sea saludable, lo mejor es la regularidad en su práctica, ya que hacer ejercicio regularmente, mejorará el estado de forma y eso llevará a poder realizar ejercicios que complementen a los primeros, donde se pueden conseguir resultados cada vez más globales y notorios, que inciden sobre la saludn y calidad de vida.