Anorexia. Hallan Cura Para la Anorexia con Cirugía. Detalles
Estuve navegando por la web y vi esta extraordinaria noticia, en artículos anteriores hemos venido hablando sobre los trastornos alimenticios en su mayoría sobre la anorexia y la bulimia, pues en este artículo indican que con una cirugía en el cerebro podríamos tener la cura para este terrible mal. Aquí les dejo los detalles de la noticia, realmente que bueno que cada día hallan más descubrimientos, de esa manera estaríamos salvando muchas vidas.
Se trata de una cirugía llamada leucotomía límbica que consiste en aislar o inhabilitar la parte del cerebro que regula las emociones mediante una técnica llamada termo ablación que, con total exactitud, elimina un mal específico que es ubicado a través de una tractografía, una imagen en tiempo real del cerebro.
Una leucotomía es lo que se conoce comúnmente como una lobotomía prefrontal, del griego leuko (materia blanca del cerebro) y tome (corte). Es una cirugía que consiste en cortar las conexiones (de y hacia) o destruir la corteza prefrontal del cerebro. Este procedimiento produce grandes cambios en la personalidad del paciente, siendo el mayor ejemplo y prueba de esta teoría está el caso de Phineas Gage.
Este procedimiento se popularizó en Estados Unidos por las famosas "lobotomías de picahielo" de Walter Freeman, quien viajaba por todo el país ofreciendo este tipo de cirugías a quienes tuvieran desórdenes psiquiátricos.
En México se le ha quitado ese elemento perturbador y de valoración equivocada, enfocándolo a un servicio a los enfermos de trastornos alimenticios.
“El paciente con anorexia lo que tiene es una obsesión y debe ser tratado como un Trastorno Obsesivo Compulsivo, tiene una fobia hacia el alimento que es indestructible, no puede hacer el acto de comer y con estudios nos aproximamos a la idea de que el paciente debería ser operado en leucotomía límbica, primero, para abordar el espectro obsesivo compulsivo de la anorexia. Después una segunda operación llamada talamotomía, que da el refuerzo para que el paciente tenga menos carga de estrés y de obsesión”, explicó a La Razón el neurocirujano Manuel Hernández.
Este tipo de cirugías sólo se realizan en nuestro país en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, con el añadido de que se hace de forma gratuita a los derechohabientes, y hasta el momento se ha evitado la muerte de nueve jóvenes mexicanas con anorexia.
Poco más de dos horas de cirugía, una tecnología sofisticada denominada estereotáctica, y un equipo de médicos altamente calificados son suficientes para eliminar del cerebro de las pacientes con anorexia la imagen de un cuerpo obeso y una obsesión por mantenerse delgadas, el resultado: jóvenes con una nueva oportunidad de vivir.
Para ser candidato a esta cirugía, explicó el doctor Hernández, se necesita que la paciente haya tenido al menos dos años de tratamiento farmacológico y que no haya habido resultados satisfactorios.
Además, es necesario haber sido valorada por al menos dos psiquiatras que acrediten que el paciente no ha respondido al tratamiento. Después de eso, un equipo de especialistas entre neurocirujanos, psicólogos, y psiquiatras, entre otros, la analizarán durante al menos 12 semanas para, de ser el caso, operarla.
Laura tuvo una oportunidad de vida
Laura a sus 21 años pesaba apenas 34 kilos, tenía un historial de cinco intentos de suicidio y la imagen en el espejo de una mujer gorda.
“Tenía 16 años cuando empecé y duré poco más de 8 años con la enfermedad. Yo me sentía gorda y me di cuenta de que había pastillas que te provocaban diarrea y las empecé a tomar. Además casi no comía y ya cuando terminé mi carrera tenía que ir cada semana al hospital porque se me bajaba el potasio”, platicó Laura a La Razón, quien ahora está casada y tiene una hija de tres años.
Fue operada en 2006 luego de recibir varios tratamientos médicos e incluso de haber estado internada en un hospital psiquiátrico.
“Nunca me vi ni me sentí flaca, yo me sentía gorda y ahora que estoy del otro lado me doy cuenta. Salir de esta enfermedad es muy difícil. Ahora doy gracias”, refirió.
Estuve navegando por la web y vi esta extraordinaria noticia, en artículos anteriores hemos venido hablando sobre los trastornos alimenticios en su mayoría sobre la anorexia y la bulimia, pues en este artículo indican que con una cirugía en el cerebro podríamos tener la cura para este terrible mal. Aquí les dejo los detalles de la noticia, realmente que bueno que cada día hallan más descubrimientos, de esa manera estaríamos salvando muchas vidas.
Se trata de una cirugía llamada leucotomía límbica que consiste en aislar o inhabilitar la parte del cerebro que regula las emociones mediante una técnica llamada termo ablación que, con total exactitud, elimina un mal específico que es ubicado a través de una tractografía, una imagen en tiempo real del cerebro.
Una leucotomía es lo que se conoce comúnmente como una lobotomía prefrontal, del griego leuko (materia blanca del cerebro) y tome (corte). Es una cirugía que consiste en cortar las conexiones (de y hacia) o destruir la corteza prefrontal del cerebro. Este procedimiento produce grandes cambios en la personalidad del paciente, siendo el mayor ejemplo y prueba de esta teoría está el caso de Phineas Gage.
Este procedimiento se popularizó en Estados Unidos por las famosas "lobotomías de picahielo" de Walter Freeman, quien viajaba por todo el país ofreciendo este tipo de cirugías a quienes tuvieran desórdenes psiquiátricos.
En México se le ha quitado ese elemento perturbador y de valoración equivocada, enfocándolo a un servicio a los enfermos de trastornos alimenticios.
“El paciente con anorexia lo que tiene es una obsesión y debe ser tratado como un Trastorno Obsesivo Compulsivo, tiene una fobia hacia el alimento que es indestructible, no puede hacer el acto de comer y con estudios nos aproximamos a la idea de que el paciente debería ser operado en leucotomía límbica, primero, para abordar el espectro obsesivo compulsivo de la anorexia. Después una segunda operación llamada talamotomía, que da el refuerzo para que el paciente tenga menos carga de estrés y de obsesión”, explicó a La Razón el neurocirujano Manuel Hernández.
Este tipo de cirugías sólo se realizan en nuestro país en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, con el añadido de que se hace de forma gratuita a los derechohabientes, y hasta el momento se ha evitado la muerte de nueve jóvenes mexicanas con anorexia.
Poco más de dos horas de cirugía, una tecnología sofisticada denominada estereotáctica, y un equipo de médicos altamente calificados son suficientes para eliminar del cerebro de las pacientes con anorexia la imagen de un cuerpo obeso y una obsesión por mantenerse delgadas, el resultado: jóvenes con una nueva oportunidad de vivir.
Para ser candidato a esta cirugía, explicó el doctor Hernández, se necesita que la paciente haya tenido al menos dos años de tratamiento farmacológico y que no haya habido resultados satisfactorios.
Además, es necesario haber sido valorada por al menos dos psiquiatras que acrediten que el paciente no ha respondido al tratamiento. Después de eso, un equipo de especialistas entre neurocirujanos, psicólogos, y psiquiatras, entre otros, la analizarán durante al menos 12 semanas para, de ser el caso, operarla.
Laura tuvo una oportunidad de vida
Laura a sus 21 años pesaba apenas 34 kilos, tenía un historial de cinco intentos de suicidio y la imagen en el espejo de una mujer gorda.
“Tenía 16 años cuando empecé y duré poco más de 8 años con la enfermedad. Yo me sentía gorda y me di cuenta de que había pastillas que te provocaban diarrea y las empecé a tomar. Además casi no comía y ya cuando terminé mi carrera tenía que ir cada semana al hospital porque se me bajaba el potasio”, platicó Laura a La Razón, quien ahora está casada y tiene una hija de tres años.
Fue operada en 2006 luego de recibir varios tratamientos médicos e incluso de haber estado internada en un hospital psiquiátrico.
“Nunca me vi ni me sentí flaca, yo me sentía gorda y ahora que estoy del otro lado me doy cuenta. Salir de esta enfermedad es muy difícil. Ahora doy gracias”, refirió.
