Cada dia el trafico vehicular obliga a tomar nuevas medidas para evitar las demoras al ir al trabajo o cuando se nos presenta una emergencia. Sin embargo, la manera aparentemente más veloz de contrarrestar esto puede resultar la más lenta.
Así se confirmó en Estados Unidos, tras el cierre de la autopista 405, que une Los Ángeles con San Diego, por obras. La compañía aérea Jet Blue aprovechó el inminente caos para anunciar vuelos entre ambas ciudades a 4 dólares el trayecto, que, por cierto, es de apenas 50 Kilómetros.
Según informa ABC, diversas personas se unieron a una especie de cruzada para usar otro medio de transporte que sea no solo menos caro y contaminante y, sino más rápido. Un equipo de ciclistas, un patinador y usuarios de transporte público se lanzaron a la carrera.
Los pasajeros que utilizaron el avión se demoraron casi tres horas en llegar a su destino, incluyendo el tiempo del vuelo y el que pasaron en el aeropuerto. Por su parte, el patinador se demoró 2 horas y 40 minutos; el transporte público 1 hora con 44 minutos, y, los ciclistas, apenas solo 1 hora y 34 minutos.
Así las cosas, en esta carrera descrita por varios como una competencia entre “la tortuga y la liebre”, los más lentos resultaron ser los más veloces.
Así se confirmó en Estados Unidos, tras el cierre de la autopista 405, que une Los Ángeles con San Diego, por obras. La compañía aérea Jet Blue aprovechó el inminente caos para anunciar vuelos entre ambas ciudades a 4 dólares el trayecto, que, por cierto, es de apenas 50 Kilómetros.
Según informa ABC, diversas personas se unieron a una especie de cruzada para usar otro medio de transporte que sea no solo menos caro y contaminante y, sino más rápido. Un equipo de ciclistas, un patinador y usuarios de transporte público se lanzaron a la carrera.
Los pasajeros que utilizaron el avión se demoraron casi tres horas en llegar a su destino, incluyendo el tiempo del vuelo y el que pasaron en el aeropuerto. Por su parte, el patinador se demoró 2 horas y 40 minutos; el transporte público 1 hora con 44 minutos, y, los ciclistas, apenas solo 1 hora y 34 minutos.
Así las cosas, en esta carrera descrita por varios como una competencia entre “la tortuga y la liebre”, los más lentos resultaron ser los más veloces.