A muchos de nosotros quizas nos ha dado un terrible calambre, nos hemos tirado al suelo y a veces no hemos sabido que hacer para que nos pase ese dolor tan fuerte que sentimos en el musculo, en este articulo les daremos unos consejos para evitar ese dolor tan fuerte que nos provoca el Calambre.
Se piensa que su origen radica en la pérdida de agua y minerales, durante o después de entrenar. Los calambres ocasionados por exceso de calor y humedad se hallan en los músculos de las piernas, sobre todo.
Los gemelos y sóleo, junto a los isquiotibiales en el muslo posterior, son las zonas donde el corredor sufre estos calambres, que no son más que contracciones espontáneas y excesivas de los músculos que no están convenientemente "alimentados" (ya sea en su hidratación y mineralización o en su adecuada señal nerviosa).
Distinguimos los calambres debidos al calor por los siguientes signos y síntomas:
- Calambres intensos en ambas piernas que se pueden acompañar por calambres en los brazos.
- Igualmente pueden darse en la zona abdominal.
- Sudoración excesiva durante minutos, que no cede aunque bebamos mucha agua.
Para su tratamiento tenemos que:
- Dejar de hacer inmediatamente ejercicio.
- Beber agua y electrolitos (especialmente bicarbonato y cloruro sódico o sal).
- Hacer estiramientos analíticos estáticos de los músculos afectados.
- Aplicar paños húmedos y calientes en la zona muscular afectada.
- Es muy útil un suave masaje con afloramientos, amasamientos suaves y ligeras sacudidas de los músculos acalambrados, pues así se separan los extremos de estos músculos anormalmente contraídos.
Los gemelos y sóleo, junto a los isquiotibiales en el muslo posterior, son las zonas donde el corredor sufre estos calambres, que no son más que contracciones espontáneas y excesivas de los músculos que no están convenientemente "alimentados" (ya sea en su hidratación y mineralización o en su adecuada señal nerviosa).
Distinguimos los calambres debidos al calor por los siguientes signos y síntomas:
- Calambres intensos en ambas piernas que se pueden acompañar por calambres en los brazos.
- Igualmente pueden darse en la zona abdominal.
- Sudoración excesiva durante minutos, que no cede aunque bebamos mucha agua.
Para su tratamiento tenemos que:
- Dejar de hacer inmediatamente ejercicio.
- Beber agua y electrolitos (especialmente bicarbonato y cloruro sódico o sal).
- Hacer estiramientos analíticos estáticos de los músculos afectados.
- Aplicar paños húmedos y calientes en la zona muscular afectada.
- Es muy útil un suave masaje con afloramientos, amasamientos suaves y ligeras sacudidas de los músculos acalambrados, pues así se separan los extremos de estos músculos anormalmente contraídos.