Todos nosotros sabemos que el pan se ha ganado la fama de “alimento que engorda” por los hidratos de carbono o carbohidratos, pero resulta que es todo lo contrario de acuerdo a un estudio realizado en diez centros educativos de España, llevado a cabo por la Universidad Complutense de Madrid.
Esta investigacion indica que los niños que comen más pan presentan menores problemas de sobrepeso. Esto es porque el pan aumenta la energía de los hidratos de carbono y disminuye la que proviene de las grasas.
El consumo de pan en niños también favorece el mejor aprovechamiento de nutrientes, como la fibra que evita el estreñimiento, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Otros nutrientes que mejor se aprovecha son la niacina o vitamina B3 que interviene en el crecimiento, funcionamiento del sistema nervioso y el buen estado de la piel; la vitamina A que es necesaria para la piel, los huesos, la vista, las uñas, el cabello y los dientes; y el magnesio que participa activamente en el metabolismo energético.
Al añadir dos panes blancos a la ración diaria de este alimento en la dieta infantil podemos lograr que el niño tome más cantidad de vitamina B1, yodo, ácido fólico y zinc. Gracias al aumento del consumo de pan, se pueden equilibrar las dietas escolares que hoy en día se caracterizan por un mayor consumo de grasas y proteínas, y un menor consumo de hidratos de carbono.
Ahora que ya sabemos que el pan es excelente para los niños, incluyamoslo en su dieta diaria.
Esta investigacion indica que los niños que comen más pan presentan menores problemas de sobrepeso. Esto es porque el pan aumenta la energía de los hidratos de carbono y disminuye la que proviene de las grasas.
El consumo de pan en niños también favorece el mejor aprovechamiento de nutrientes, como la fibra que evita el estreñimiento, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Otros nutrientes que mejor se aprovecha son la niacina o vitamina B3 que interviene en el crecimiento, funcionamiento del sistema nervioso y el buen estado de la piel; la vitamina A que es necesaria para la piel, los huesos, la vista, las uñas, el cabello y los dientes; y el magnesio que participa activamente en el metabolismo energético.
Al añadir dos panes blancos a la ración diaria de este alimento en la dieta infantil podemos lograr que el niño tome más cantidad de vitamina B1, yodo, ácido fólico y zinc. Gracias al aumento del consumo de pan, se pueden equilibrar las dietas escolares que hoy en día se caracterizan por un mayor consumo de grasas y proteínas, y un menor consumo de hidratos de carbono.
Ahora que ya sabemos que el pan es excelente para los niños, incluyamoslo en su dieta diaria.